Me encanta pintar y pinto super bien, nadie sabe hacer garabatos como yo. Solo que a veces me enfado un poco porque yo pinto un caracol y mi madre dice que es una espiral. "¿mamá una espiral? Y eso qué es." A veces tienen unas ocurrencias... lo ven todo más complicado de lo que es.
Lo de pintar trae sus problemas, no os creais. Os lo voy a explicar.
Pintar con lápices de colores no me gusta porque hay que apretar mucho, son muy delgaditos y no pintan en todas las superficies. Y vosotros ya sabeis que una hoja de papel es muy pequeña para expresar el arte que llevamos dentro. Por eso lo que más me gusta son los rotuladores y los bolígrafos.
Yo no sé por qué pero a mis padres no les gustan, yo creo que todavía no se han dado cuenta de las ventajas de estos comparados con los que ellos siempre pretenden que use.
Dicen que es porque me ensucio la ropa y las manchas son muy difíciles de quitar. No es cierto, os voy a dar la solución, que siempre lo veis todo muy complicado.
La zona de ropa manchada con rotulador se deja una noche en remojo en leche (tibia o natural da lo mismo porque se va a enfriar, pero tibia mejor). Al dia siguiente se frota un poquito y vereis como la mancha desaparece bastante. Luego a la lavadora y... cómo nueva!!! Qué no sabeis!!!
Espero que esto papis os sea de ayuda y no os enfadeis tanto cuando nos manchemos con "rotu".
No hay comentarios:
Publicar un comentario