Ja, ja, ja... ayer fue un gran dia... o no. El caso es que les tomé el pelo a mis papis de mala manera. Je, je, je me encantan las bromas!!! Como teníamos que ir a comprar decidieron ponerme el pañal pues no confiaban en mi continencia urinaria. Yo, que soy más listo que ellos les demostré que estoy hecho todo un campeón y conseguí aguantarme el pipi todo el rato. Os tengo que confesar que estoy hecho todo un profesional en la tarea de retención, vamos que un camello y yo solo nos diferenciamos en que el acumula en las jorobas y yo en mi barriga que se me está salienso hasta el ombligo!!
Retengo, retengo... intento comprar y comerme todo lo que hay en el super, esto me encanta porque mis padres se vuelven locos y los veo correr de un lado a otro dejando las cosas en su lugar o esquivando pasillos para que yo no vea cosas que puedan interesarme y la verdad es que me lo paso pipa.
Sigo reteniendo (recordad que estoy preparando mi broma) llegamos a casa, me quitan el pañal y... alarma "¡corre vamos al orinal que no has hecho pipi en todo el rato!". No me quejo y accedo, cosa que mosquea a mi madre y pone cara de sospecha. Disimulo, me hago un poco como el que no quiere. Mi madre respira tranquila, todo ha vuelto a la normalidad. Me siento y... ¡Tchán! para sorpresa de mis incrédulos padres he hecho "caca" por primera vez en el sitio que corresponde. Me hacen una fiesta que ni os lo podeis imaginar, porque eso sí, ellos ponen todo su empeño en que esto salga bien. Yo les sonrio, ellos me besan, me cogen, me aplauden... y yo sigo preparando la sorpresa.
Me preguntan si quiero tirar de la cadena, yo le digo que "¡no!", que da lo mismo que ya si eso lo dejamos para otro dia. Veo coomo respiran tranquilos y dejan de observarme. Entonces me voy a un rinconcito... donde yo sé que no voy a ensunciar mucho y... ¡tchán! vuelvo a hacer "cacotas". Tendríais que haber visto la cara de mis papis, blanca era poco. Claro me cogieron con pinzas y directo a la ducha, que por cierto es donde yo quería ir porque me encanta, pero eso os lo cuento otro dia.
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