"¡Hola!" es una de las palabras que mejor sé decir, bueno esta y otras muchas más como "pan", "agua" (o algo que se le asemeja, pero que me acaban dando ese líquido transpatente que sacia mi sed, que no es poca. Porque como dice todo el mundo "si es que no para") y también "pelota".
Tengo dos añitos, crezco muy despacito... pero no soy Caillou, ni me parezco. Yo tengo pelo, que también es raro que con cuatro añitos no tenga pelo, se parece a mi papá y a otros muchos señores que veo por la calle, pero lo suyo es raruno, por eso yo soy más de Pocoyo.
Empiezo hoy a contaros mi "pocomundo" porque mañana es Sant Jordi, que a mi mami le gusta mucho y ya he visto muchos indicios que mañana me compran un libro, yupiiiiiii!!! Lo de comprar me encanta, pero me cuesta... hay tanto surtido... no sé si uno con coches o con solapas o con ruidos... Lo que sí que sé es que quiero uno. Eso de "querer" me gusta, tendré que aprenderme la palabra, pero despacito que tengo "tanto que aprender". (Ya sale otra vez el Caillou que llevo dentro y que no, que yo soy de Pocoyo).
Dicen que me estoy haciendo grande, que ya no soy un bebé y les oigo decir que pretenden quitarme el "pete" (que también lo digo y chupo muy bien), el biberón y el pañal. Pero que se habrán creido, y además todo a la vez, si hombre,¡a que yo no les quito a ellos el sueño! Porque no se lo quito ¿verdad?
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